Al lado de casa

Pues eso, aprovechando que Tres Cantos está en un lugar privilegiado, con el Monte del Pardo, el Soto de Vinuelas y la sierra a un paso.

Estos días, en lugar de ir lejos a ver aves, estoy saliendo al mismo sitio varias veces.
Así es fácil ver cómo las aves se reparten el ecosistema.

El primer día identificas los sitios en que ves cada tipo de ave.
El segundo compruebas que la distribución sigue igual.
El tercero ya no te sorprendes, los trigueros en sus oteaderos, las tarabillas en los suyos, las ucarras en todas partes, las golondrinas bajo tres chopos en continuos vuelos rasantes, las cogujadas en el llano, los alcaudones en las vallas de las fincas, los pinzones en los pinos, el cernícalo que pasa volando, el críalo espantado por las urracas, las perdices, que nunca las veo a tiempo, salen zumbando y siempre me pillan desprevenido, más arriba los buitres, a veces el negro, y los milanos.
Y todo ello en un par kilómetros cuadrados. Ojalá dure mucho tiempo y no se destruya esta maravilla de la que disfrutamos.
En homenaje, estos días iré poniendo algunas de las fotos de este lugar tan bello de que podemos disfrutar todos los tricantinos.