29.11.07
15.11.07
Ajedrez
El parque del Retiro de Madrid, aparte de muy rico en flora variada, es, y perdón por el tópico, un crisol de culturas, un hervidero de personas que van, vienen, descansan, hacen deporte, leen, toman el sol, pasean, pasean a la mascota, son paseados por las grandes mascotas, juegan, ...
En la foto dos personas sumidas en pensamiento, absortas en la batalla, en el fragor del combate, dos estatuas, 64 escaques, 32 piezas. El exterior, la ropa, el clima, el mobiliario son contingentes.
He querido darle un sabor añejo, como si de algo muy perdido en el pasado se tratara. En el fluir sin fin del Retiro, el pausado ritmo de la partida se aprecia como si fuese un sonido sincopado. Un contrapunto.